Se acabó el verano y con el dejamos atrás los excesos, la comilonas y a ver si hay suerte y también dejamos algún kilo.
Con este propósito que mejor que correr la cursa que año tras año he ido viendo como pasaba por delante de mi casa y a la que por una u otra razón no me he podido apuntar hasta este año.
La corríamos Miguel y yo y no nos equivocamos en las predicciones. Una cursa bonita con no mas de 500 personas que te permitía correr cómodo y un recorrido exigente lleno de subidas, bajadas y cambios de dirección. Pero en definitiva una cursa bonita y recomendable.
La happy family.
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