El primer fin de semana de primavera había que estrenarlo con un día de campo, y que mejor que una caminada por los bonitos senderos de Rupit y Pruit. Aunque el día no acompañó del todo, la lluvia intermitente nos hizo sacar y meter los chubasqueros en las mochilas más de una vez.
Había que fijarse bien donde pisar, el agua estaba fresquita, y el barranco que había a pocos metros se hacía respetar. los senderos de bajada parecían pistas de patinaje.
Tremendo el avituallamiento que habían montado, con bocata de butifarra incluido, si no que le pregunten a la Jara!
Después de la caminada, paseo turístico por el pueblo de Rupit y comilona para reponer fuerzas.
Un saludo, Marcel.
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