lunes, 7 de noviembre de 2011

XVII edició de la Marxa del Garraf 2011

Domingo 6 de noviembre, 17a Marxa del Garraf. Por fin llegaba la esperada marxa que organiza cada año la UME de Gavà, y para la que toda la tropa habíamos estado entrenando.












La predicción del tiempo era un poco desconcertante, en el dibujito salía un sol, una nube y lluvia...que listos los meteorólogos, así acertaban fijo!
Así que encima del sofá me dejé preparadas dos opciones:




1- Mallas, camiseta y cinturón fuelt belt con botella por si no llovía, para ir ligerito de peso.
2- Dos camisetas, chubasquero, gorra y mochila por si llovía.
La noche del sábado dejó claro como sería el domingo: bien pasado por agua. Asi que la opción dos fue las más inteligente.

A las 04:15 de la mañana sonó el despertador, y yo me acordé de aquel que sale en el crakovia y que dice que si ens aixequem ben d’hora, ben d’hora...me cago en#%@56¡
Pastís energètic y pa la plaza del ayuntamiento!

Allí me encontré con un montón de colegas y conocidos corredores. Me coloqué de los primeros con Flequi, Chiki, Juan Carlos, Jordi Costa, Jordi Lluis y Carles, para salir ligeritos y evitar tapones en los corrioles.
Al dar la salida nos tenían que pistolear el dorsal, y en ese momento nos separamos, pudiendo aguantar el grupito de tres, Juan Carlos, Jordi costa y yo.
Salimos a ritmo de 4’30”, con la idea de que ya aflojaríamos en las primeras rampas. Por referencias que había cogido los dias de entreno puedo decir que subimos las primeras cuestas a buen ritmo, casi al mismo que llevabamos en los entrenos.
En la segunda cresta perdí a Juan Carlos y Jordi se descolgó, así que seguí solo hasta llegar al primer avituallamiento. Allí me encontré a Sito, que me animó y me dijo que llevaba unos 15 corredores delante.




Tocaba hacer el tramo de asfalto, suerte que era corto y de bajada. Unos “listos” recortaron recorrido y me pasaron delante. Aprete para darles alcance, pero en otra pirula me vuelven a meter metros y se marcharon. Al llegar al segundo avituallamiento recargué agua y seguí solo. No llevaba ni 20 Km y las sensaciones eran muy malas. Me encontraba sin fuerzas, mi cuerpo no tiraba. Esas sansaciones me acompañaron durante toda la carrera. La causa...desconocida. No se si fue el inicio de resfriado, el mal tiempo o la caminata del dia anterior tras las perdices leridanas, pero me sentí como en aquella Gràcia-Montserrat donde llegué a meta al límite.

En el Km veinte vi de lejos a una grupo de unos 6 corredores que me seguian de cerca, donde corrian Jordi Costa y Jordi Lluis.
Jordi Costa apretó y me dio alcance rápidamente. Junto a él compartí casi la totalidad de la carrera. Yo iba justito de fuerzas, me encontraba muy flojo y Jordi iba muy bien, me animó, me esperó y tiró de mi en el duro tramo hasta la Morella, gracias Jordi. Tuve la oportunidad de conocer a un gran tipo, con el que espero poder compartir más Km.






Cuando llegamos a la Morella vi la luz. Seguía fundido, ni geles con cafeína y guaranà ni pollas en vinagre, no me recuperaba. Pero el tramo que me quedaba por correr me lo conocía muy bien.
Miré el reloj y me di cuenta de que, a pesar de haberme encontrado tan mal y haberme arrastrado desde el Km 18, si apretaba los dientes y me dejaba caer, podía bajar la marca del 2009 de 5h32min. Así que, pensando en los colegotes y la familia que me esparaban en la meta, me dejé la vida en la bajada.
Espectacular descenso esquivando caminadores de la G21, patinando por el barrizal, vaciando charcos y navegando por el románico. Habre bajado el románico cientos de veces, pero era la primera vez que lo bajaba con un palmo de agua y otro de barro. En algunos tramos parecía una riera.
El conocimento del recorrido, la motivación de correr en casa, y las cualidades técnicas para volar por los corrioles pedregosos, camuflaron el pajarón que me acompañaba desde hacía horas, y me permitieron bajar de la Morella a meta en 1h10min.

En algunos tramos veía a Jordi a pocos metros, en otros lo perdía. En la urbanización de La Sentiu lo llevaba unos 100m detras. Finalmente me estrujé en los últimos metros, dejando feamente tirado a Jordi, para entrar en meta en 5h 24min.









Este año no puedo decir que he disfrutado la Marxa del Garraf, más bien la he sufrido. Y se que esta no es la mentalidad. Pero cuando se juntan motivación y pájara (y lluvia, y frio, y viento...)...pues se sufre.

En la meta estaban Javito, Esteban y Sanfe, junto a la family. Muchas gracias a todos por esperarme con el día que hacía.

Javi, Esteban y Sanfe me explicaron su G21, que la completaron con unas admirables marcas.

Entre risas, abrazos, bocatas y demás, el dream team de la G45 nos contábamos las batallitas de esta edición de la marxa, que si ya es dura, las condiciones climatológicas la endurecieron aún más si cabe.


Un saludo, Marcel.

1 comentario:

  1. PLAP PLAP PLAP... Un saludo y mi aplauso a los runners, yo vi a algunos en la salida cuando iba a currar pero claro... vosotros ya estaríais millas de allí ^^ Xao maximos!!

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