martes, 22 de septiembre de 2009

Cursa de la Mercé 2009

Hoy es un día especial. Pasamos del proyecto a la confirmación de un nuevo integrante de Lo Massimo Runners Team. Tal como un bautizo es para un cristiano, ha sido la Cursa de la Mercé 2009 para Víctor. Ha pasado de no formar parte a convertirse con todos los honores en un hombre massimo.

Un punto de inflexión importante fue la Cursa de El Corte Inglés, ya que a partir de esta se convirtieron en habituales las quedadas en grupo a media tarde en verano para llevar a cabo salidas de carrera contínua, que ayudaron entre otras cosas a que Jordi pensara que llegaría como un avión a la pretemporada del CB Viladecans y que Víctor volviera a subirse al tren del deporte. Pues bien, de estas dos sólo se cumplió la segunda.

Y no salió de otra persona la idea de correr la Cursa de la Mercè, sino de Víctor. Y no sólo fue de él la iniciativa sino que él también hizo posible que los demás pudiéramos correrla. Y es que aún sabiendo los horarios que tiene el pobre, él y Mireia hicieron un hueco en su apretadísima agenda para vivir en primera persona lo caótico de recoger dorsales y demás cosas en estas cursas masivas.

Pero bueno, vamos a dejar de regalarnos los oídos y vamos a la carrera. Como debe de ser quedamos con tiempo y a las 08:00 (puntualidad inglesa) estamos en la estación de tren de Gavà Víctor, Mireia, Miguel y Javi. Tren, metro...pasamos por delante de la Plaça de Braus y a las 09:00 nos encontramos con Albert y Cati.

Nos enfundamos nuestras camisetas y los dorsales, calentamos un poco...nos ponemos a la cola...y a correr. El listón lo tenemos en la Cursa de El Corte Inglés que se finalizó en 01:24, con un ritmo de 8 minutos el kilómetro.
Nada más empezar acelera, frena, acelera, frena debido a la aglomeración de gente, pero al llegar a la Gran Vía, ponemos velocidad de crucero. Aguantamos como campeones hasta el kilómetro 6, justo pasado el punto de abituallamiento. Consejo: en cursas cortas, si no te lo pide el cuerpo...no te pares...no bebas...lo que acabas consiguiendo es flato, romper el ritmo de carrera y lo que es más importante romper la respiración.

Pero como los niños pequeños, después de caernos nos levantamos, después del bajón del kilómetro 6, entre el kilómetro 7 y el 8 volvemos a la velocidad de crucero, e incluso incrementamos el ritmo. Llegamos a rodar durante 1 kilómetro y pico a 5,30. Así hasta el final de la cursa en la que finalizamos en 01:02.
Objetivo más que cumplido, de los 8 minutos el kilómetro a los 6,2 que hemos marcado en ésta. Una evolución alucinante y que seguro que no se parará aquí. Ah! me olvidaba, en ésta ocasión la camiseta respetó a mis queridos pezones.

Como no, agradecer a las suporters , que en esta ocasión fueron Mireia y Cati.

No hay comentarios:

Publicar un comentario