A las 08:30 horas la organización daba pistoletazo de salida a la multitud de corredores que allí nos congregábamos (unos 250 áprox). A los pocos kilómetros empezábamos la ascensión a la foradada por unos senderos pedregosos muy dificiles de caminar sin torceduras de tobillo y sin romper bambas, caminitos calcados a los del Parc Natural del Garraf. La calor y el sol ayudaron a que la carrera fuera más pesada. Fuertes pendientes de subida y peligrosas bajadas, que hacíamos cruzando los dedos para que nuestras rodillas no tuvieran la mala suerte de topar con alguna de las muchas cortantes piedras del camino.
Estrenábamos equipación provisional y lo hicimos con orgullo y sufrimiento, dejando el nombre del club bien alto. Muy buenas sensaciones en general y mucha motivación que nos van a llevar a participar, en breve, en alguna de las pruebas puntuables para la XII Copa Catalana de Caminades de Resistència (que no os engañe el nombre, que más de la mitad de los participantes las hacen corriendo).
Un orgullo haber compartido carrera con estos dos grandes sufridores.
Marcel.
El GPS perdió cobertura en algunos tramos, por lo que el perfil no refleja la distáncia real de la prueba.
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