viernes, 16 de octubre de 2009

Triatló de Vilanova i la Geltrú 2009

Hoy decimos adiós a la temporada de triatlón y el lugar escogido es Vilanova i la Geltrú.
Quedamos en Viladecans Albert y Javi con sus respectivas, para ir a Vilanova juntos. Craso error, por mucho que nos ocurre no ponemos solución. Aun te preguntas que error!? Exacto, es el que estás pensando...entre una cosa vamos tarde. Y como tampoco podría ser de otra manera, una vez en Vilanova la naturaleza nos convoca a una reunión de urgencia.
Ya con todo hecho y los bártulos necesarios nos encontramos en boxes con David Molero que estaba con sus compañeros del Club de Triatlón Gavà. Junto con los buenos días nos da una noticia con forma de jarro de agua fría. “No se puede usar neopreno” Dios!!! A Javi se le cae el mundo encima ya que llega con una lesión en el tendón del manguito rotador del hombro y un catarro de dos pares de cojones.
Bueno, nos vamos a la playa y miramos el estado del mar. Inmejorable, he nadado en piscinas con el agua más movida y la temperatura increíble. Nos colocamos en la linea de salida y como también es costumbre, a esperar. Hoy la razón es porque unos cuanto espabilados se quieren situar en un lugar no permitido y así recortar unos poco de metros. La organización con su megáfono en mano comienza a decir “LOS QUE ESTÁN DELANTE DE LAS ROCAS VENID HACIA ESTE LADO. LOS QUE ESTÁN DELANTE DE LA ROCAS VENID HACIA ESTE LADO, YA!” Tal y como te lo digo, ese ya inesperado sorprendió del primero al último.
Nos ponemos a nadar cada uno a su ritmo y Javi se encuentra francamente bien, no se resiente de nada y completa el sector mano a mano con un triatleta de Club de Natación Vic. Salimos del agua y hacia los boxes. Entre salir del agua y llegar a coger la bici llego sorprendentemente seco, como se lo ha currado la organización, han puesto los boxes a tomar por culo para que la gente consiga secarse, si señor. Transición y a la bici. Cojo la bici muy entero y me pongo a tirar de un grupo de 20 triatletas. Así durante 15 kilómetros en los que me dan dos relevos contados y aunque me encuentro bastante bien, el resfriado empieza a hacer de las suyas. Congestión de dos pares de cojones y dificultad para respirar. Y eso me da rabia porque tanto de piernas como de corazón voy bastante bien. Total, me dan un último relevo que no consigo responder a 5 kilómetros de finalizar el sector. Se me van unos 200 metros y otra vez a boxes.
Como una sopa hago la transición la hostia de lento y a correr. Hago la primera vuelta con la mitad de oxigeno en mi cuerpo debido a unas abundantes mucosidades en la nariz. Mano en la nariz y snif, snif, plof, plof, despejo las vías respiratorias y aprieto en la segunda vuelta. Llego a meta con una sensación agridulce, contento porque ha ido mejor de lo que esperaba antes de comenzar la prueba y enfadado por quedarme con la sensación de poder haberlo hecho mucho mejor de no ser por el catarro.
En fin, lo más importante sin ligar a dudas es que finalizamos la temporada de triatlón. Y como testigo, dos suporters que a pesar del madrugón no han acompañado y animado, Cati y Bàrbara.
Tres apuntes más.
El primero es que la temporada que viene habrá un suporter incondicional que se llamará CESC y que en unos años nos arrancará las pegatinas a todos. El segundo es que la temporada que viene alguno de nosotros ya participará como GLADIADOR en nombre del Club de Triatló Prat. Y el tercero es que Víctor ganó su habitual apuesta, je je.

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