Juan Carlos lleva varios años participando en esta copa. En una de las ediciones no se perdió ni una de las pruebas. Su palmarés es envidiable, quedando siempre entre los 10 o 20 primeros, llegando a ganar alguna carrera. Tambien ha participado siendo “finisher” en la Ultra - trail de Montblanc.
Habíamos quedado el sábado 25 de Abril a las 22:00 para bajar a Riudoms y hacer noche, Àlvar, Juan Carlos y yo. Cargamos la California de Juan Carlos y emprendimos la marcha camino a Riudoms.
Sobre las 23:30 llegamos a nuestro destino. Aparcamos la furgo en un parkin de tierra cercano al punto de salida y levantamos techo. Entre anécdotas, chistes y cachondeo (y que hubo que limpiar el litro de bebida que perdió mi camelbak en el maletero de la california) era la 01:00 cuando nos acostábamos, y el despertador sonaba a las 05:00!
Para más inri, me tocó dormir con Àlvar y su búfalo, que no se donde lo esconde pero cuando dormimos suena como si lo llevara dentro (y eso que la misma tarde me compré tapones porque ya se lo que es dormir con él, pero ni con esas).
A las 05:00 sonó el despertador junto con las gotas de agua que impactaban con mala leche en el techo de la furgo. Nos vestimos y fuimos al punto de salida a recoger dorsales, prontito ya que eramos 500 participantes y no era plan de aglomerarse. Con el dorsal en la mano y supermotivados planificábamos la ruta mirando el perfil, controles y avituallamientos mientras desayunábamos en el interior de la california. La lluvia era intermitente, nos temíamos lo peor.
A las 06:20 fuimos al punto de salida. Allí nos congregábamos todos los participantes. A las 06:35 pistoletazo de salida. Nosotros, tranquilamente, salimos los últimos. Juan Carlos saludaba a muchos participantes, con algunos de los cuales se paraba unos minutos a hablar, gente que conocía de sus múltiples participaciones en marchas. A los pocos minutos nos encontramos con Toni, un amigo que tambien participaba y que nos acompañó durante los primeros kilómetros, quedandose rezagado después para continuar la marcha caminando.
Sobre las 07:00 empezó a llover, lluvia que nos acompañó durante horas, junto con mucho aire y un frío de cojones! Empapados hasta los mismísimos y con los músculos entumecidos pero con un par! En uno de los controles no encontramos a un participante dentro de un coche, con los temblores de la muerte y bebiéndose un caldo caliente. Nos enteramos de que habían abandonado casi un centenar de participantes, y que habían cerrado un tramo de 5 Km, el de ascensión a La Mola, por tormenta eléctrica. Por suerte los 15 últimos Km los hicimos sin lluvia, y los 10 últimos con algunos rayos de sol.
En un tiempo de 6h 15min llegábamos a la meta, entre los 60 primeros. Experiencia totalmente recomendable, y si es posible, al igual que hicimos nosotros, de la mano de alguien con experiencia en este tipo de eventos.
En el camino de vuelta estuvimos planeando participar en otra prueba de ultrafondo, Juan Carlos nos animó a que le acompañáramos a la Ultra trail d’Andorra, que el ya estaba apuntado. Pues ha sido llegar a casa y apuntarnos! Esta vez serán unos 105 Km y 15000m de desnivel acumulado.
Saludos, Marcel.
Àlvar en el interior de la California
Levantando techo para pasar la noche
Juan Carlos planificando la ruta
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